Continuación Ch1... 


Odio ser débil.

Esos eran mis pensamientos actuales.

Era el mediodía, el sol brillaba en el cielo azul y los estudiantes como costumbre, luego de que finalizara la hora escolar, salían para ir a la cafetería o a la tienda de la esquina. La escuela estaba llena de ruido y actividades, mientras algunos se marchaban a casa y otros se quedaban en los clubes de la tarde.

El día era normal, como cualquier otro día de la semana.

Sin embargo, para mí, hoy era un día de mierda.

Detrás de la escuela, alejado del ojo público, me encontré arrinconado por un grupo de matones. Sin aviso alguno, mientras estaba preparándome para regresar a casa, el líder de estos tipos me detuvo y me arrastro hacia este lugar.

Intenté calmar la situación, pero lo que recibí fue un puño apretado y a gran velocidad impactándose de lleno en la boca de mi estómago. Inmediatamente, sentí un intenso dolor en todo mi cuerpo. Mi cuerpo se inclinó y sin fuerzas, caí de rodillas al suelo.

No podía respirar, me quedé sin aire y desesperado solté jadeos ahogados. Quería llorar ante el intenso dolor y sensación de ahogo. Esta fue la primera vez que recibí un golpe directo tan contundente. Desde el interior de mi estómago, una asquerosa sensación ardiente comenzó a subir. Desesperado, intenté contener el vómito en mi interior, pero no pude. Una oleada de bilis y vomito repulsivo se deslizó por mi garganta, llenando mi boca de un sabor amargo y nauseabundo.

¡Bluaghh! ¡Tos! ¡Tos!

Termine vomitando en el suelo toda la comida que había desayunado en la mañana.

Los matones que tenía enfrente se rieron mientras yo tuve mi rostro rojo de la oleada de vergüenza que invadió todo mi cuerpo. Me sentía totalmente humillado. La última vez que había vomitado de esta manera en público fue durante el jardín de infantes, y ese pequeño trauma aun lo recordaba vívidamente en mi mente.

Observe el asqueroso aspecto del vómito en el suelo que desprendía un hediondo olor, y una sensación de ira creció en mi corazón. Mis puños temblaron mientras los apreté con todas mis fuerzas.

El líder de los matones sonrió con burla.

¡Jajaja! Ethan, dios, mira este desastre. ¡Puaj! Que olor a mierda podrida has dejado.”

Su burla resonó como ecos en mis oídos.

Ya no podía contenerme, dentro de mi mente sabía que no tenía la fuerza necesaria para enfrentarme a este tipo, pero de igual modo el estallido ocurrió. Una oleada de desenfreno me invadió, alce mi mirada con mis ojos llenos de intensión asesina. Mis ojos se volvieron rojos de la ira mientras enseño mis colmillos.

“¡Tú, maldito hijo de p…!”

Pero no tuve tiempo a terminar mis palabras, ya que, al alzar mi mirada, me topé con una patada que me envió a rodar por el suelo hasta un charco de lodo sucio cercano.

Este día califica sin duda alguna entre el top 10 de peores días de mierda en mi vida.

Y la peor parte, es que ni siquiera sabía por qué estos tipos me estaban golpeando.

Conozco a estos matones, son populares en la escuela como tipos de los cuales conviene mantenerse alejado. El maldito líder, que estaba enfrente liderando a sus secuaces, se llama Brad Brandon. Vestía el uniforme escolar que consiste en pantalones oscuros y una camisa con corbata. Aunque este tipo llevaba su camisa arremangada hasta arriba, mostrando sus abultados músculos bien entrenados y la típica corbata que todo estudiante debería de llevar, no estaba por ningún lado. Brad se la había quitado y mantuvo los botones superiores desabrochados mostrando su playera roja debajo.

El gilipollas se paró delante de mí, y me mostró una cruda sonrisa con clara burla en sus ojos.

Esto me hizo estremecer.

Tenía una enorme sensación de impotencia y debilidad ante la situación. Mi cuerpo estaba completamente adolorido por los dos golpes anteriores, y de alguna forma, también sentía miedo y mi rostro estaba pálido ante esto. 

Odio ser débil. 

Hoy más que nunca, ¡odio este cuerpo débil y sin fuerzas!  

El deseo de estrellar mi puño en ese rostro con burla era enorme.

¡Quiero golpearlo!

¡Quiero romper mi puño en la sonrisa de este gilipollas!

Pero…

Los mires por donde lo mires, no soy oponente alguno para este hijo de pera. Brad se caracteriza por tener una contextura musculosa y alta, es estudiante de último año y a su vez, es el haz, la estrella, del club de rugby escolar. Gracias a él, el club de rugby logro el año pasado posicionarse en el segundo lugar durante la competencia regional. Un logro más que impresionante que provoco que Brad y el club de rugby se volvieran increíblemente popular e incluso se habla de que un par de busca talentos estarían interesados en Brad luego de ver su fenomenal desempeño.

También había rumores que decían que varios profesores habían hecho la vista gorda a las fechorías de este hijo de perra, por temor a dejar una mala impresión en este futuro haz del deporte.

Brad que me observo fruncir el ceño con claro odio, se río.

¡Jajaja! ¿Qué diablos es esa mirada, Ethan? ¿Acaso intentas desafiarme mirándome feo?”

Incluso si lo miro con ojos asesinos, Brad se mostraba totalmente relajado y despreocupado. Incluso se rio, divertido con el odio en mi mirada y me mostró una expresión clara de incitación a hacerme enojar aún más. Parecía intentar incitarme a que intente algo.

Su mirada parecía decir:

¿Qué vas a hacer, renacuajo? ¿Quiere golpearme? ¡Pues bien! ¡Adelante! ¡Te partiré en mil pedazos!

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Cap01


A mediodía, el sol brillaba en el cielo azul y los estudiantes salían de clase para ir a la cafetería o a la tienda de la esquina. La escuela estaba llena de ruido y actividad.

Todo parecía indicar que esté seria otro día normal como siempre.

Sin embargo, en un rincón alejado del ojo público de la escuela, un puño apretado y a gran velocidad se impactó de lleno en la boca del estómago de un estudiante.

El pálido estudiante se dobló y no pudo evitar caer de rodillas al suelo, teniendo dificultades para respirar debido a que el golpe le había sacado todo el aire. El intenso dolor en su estómago era insoportable. Soltó un par de jadeos ahogados mientras que una asquerosa sensación ardiente comenzó a subir desde su interior.

Desesperado, intento contener el vómito en su interior, pero no pudo. Una oleada de bilis y jugo gástrico asqueroso se deslizó por su garganta, llenando su boca de un sabor amargo y nauseabundo.

El pobre Ethan Drake, no pudo contenerlo y vomitó toda la comida que había desayunado en la mañana. Escupiendo el horrible gusto nauseabundo de su boca, Ethan sintió una oleada de humillación y vergüenza invadiendo todo su cuerpo tembloroso del dolor.

¡Bluaghh! ¡Tos! ¡Tos!

El asco nauseabundo le provoco que volviera a vomitar.

Los matones que estaban enfrente de él se rieron.

“¡Jajaja! Ethan, dios, mira este desastre. Puaj! Que olor mierda podrida.”

Se río el tipo mientras procedió a taparse la nariz ante el mal olor.

Ethan apretó sus puños ante la burlas y risas. Sintiendo una enorme ira dentro de él, alzo su mirada, enseñando sus colmillos apretados.

“¡Tú, maldito hijo de p…!”

Pero no tuvo tiempo a terminar sus palabras ya que se topó con una patada que lo envió a rodar por el suelo hasta un charco de lodo sucio. Termino ensuciándose de pies a cabeza. El lodo asqueroso se metió un poco en sus ojos y en su boca. Se limpio el lodo de los ojos como pudo y escupió lo que le había entrado en la boca. Ethan miro su ropa, y su rostro estaba blanco al ver el estado de su ropa y su zapatilla.

Su chalina que la había comprado hace no más de dos meses, ahora estaba totalmente sucia de lodo.

Ethan estremecido y tambaleándose, se arrastró fuera del charco.

Los matones se rieron de su apariencia.

Ethan por otro lado, estaba pálido y con un ligero shock interno. Toda su ropa estaba mojada y cubierta de lodo, incluso su ropa interior no era muy diferente. Sintiéndose totalmente humillado, se quedó mirando a sus puños apretados en el suelo. Sus puños se apretaron con mucha fuerza, tanta fuerza que sus nudillos sintieron dolor ante la presión con el rasposo suelo.

Sentía una increíble rabia dentro de él.

Pero al mismo tiempo, la sensación de impotencia y debilidad lo envolvía.

¿Por qué…? Se preguntó.

Alzo lentamente su mirada hacia estos tipos, mirando al maldito que estaba al frente y que claramente estaba liderando a los otros.

Este tipo era el líder, y vestía una camisa arremangada que enseñaba sus músculos entrenados.

El gilipollas le estaba sonriendo con clara burla.

Ethan se estremeció.

¿¡Porque soy tan débil!? ¿¡Por qué!?

Sus dientes se apretaron con todas sus fuerzas, casi rompiendo sus colmillos ante el odio hacia su propia debilidad.

Se sentía impotente, quería destrozar su puño en el rostro del hijo de puta que tenia enfrente, pero no podía hacerlo. La impotencia y cobardía de no ser capas de defenderse de estos tipos le genero una increíble irritación y auto odio hacia si mismo.

¡Quería golpearlos!

¡Quería vengarse por lo que le habían hecho!

Pero…

No tenía el valor para intentar hacerlo.

Simplemente era débil y patético.

Sus brazos eran delgados y su cuerpo tampoco tenia mucha fuerza. Era malo en los deportes y tenía problemas de ansiedad e insomnio.

Lo mires por donde lo mires, él simplemente no era oponente para este hijo de perra que tenía enfrente.

Brad Brandon era el nombre del hijo de perra que tenia enfrente.

Un estudiante de último año que era el líder de un pequeño grupo de matones estudiantiles. Pero no se quedaba allí, aparte de ser un matón escolar, Brad también era un tipo con bastante popularidad en la escuela. Era la estrella en el club escolar de Rugby y gracias a él, el club escolar de Rugby en el año pasado durante la competencia regional había logrado quedar en el segundo lugar. Un logro más que impresionante en toda la escuela si teníamos en cuenta que competían decenas de clubes similares de otras escuelas mas populares y valoradas.

Gracias a ello, Brad era conocido como un gran atleta. Tenía un cuerpo bastante alto y musculoso, y era popular entre las chicas. Su cabello tenia mechas pintadas de rojo, y tenía un par de aretes en sus orejas y su labio.

Lo mire por donde lo mires, Brad era el popular gilipolla típico que molestaba a los estudiantes patéticos después de la escuela. El matón local escolar.

Y obviamente, Ethan, un patético estudiante de tercer año debilucho y pálido no era rival alguno en contra de Brad, una estrella del club de Rugby.

Ethan sabia esto.

Pero su ira y auto odio hacia su propia debilidad le hizo apretar sus dientes hasta casi hacerlos sangrar.

¡Algún día…!

Ethan miro con sus ojos llenos de ira e hizo un juramento en su mente de que algún día, les haría pagar a estos tipos por todas las agresiones, burlas y los golpes que le habían hecho injustificadamente.

Brad notó esa mirada.

¡Jajaja! ¿Qué diablos es esa mirada, Ethan? ¿Acaso intentas desafiarme mirándome feo?” Se río Brad, mostrando una clara burla hacia el enojo ardiente en los ojos de Ethan.

Brad claramente mostraba una actitud divertida, despreocupado y confiado ante la enfurecida mirada de Ethan.

¿Qué vas a hacer, renacuajo? ¿Quieres revelarte? Preguntaba Brad con su mirada de burla. Por más que Ethan se enfada, Brad tenia plena confianza de que podría vencer con facilidad al debilucho de Ethan. No se sentía amenazado de ningún modo, y a esto se sumaba que estaba acompañado de sus secuaces A y B.

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