Capítulo 01 – Capítulo 01


A mediodía, el sol brillaba en el cielo azul y los estudiantes salían de clase para ir a la cafetería o a la tienda de la esquina. La escuela estaba llena de ruido y actividad.

Todo indicaba que este sería otro día normal como cualquier otro.

Sin embargo, para mí, Ethan Drake, hoy mi rutina normal de salir a comer mi almuerzo en un rincón alejado detrás del colegio, lejos del ruido y bullicio cotidiano, fue interrumpido repentinamente.

Mientras comía el almuerzo que mi madre me había preparado, repentinamente escuche pasos que se asercaban a donde estaba. Frunciendo el ceño, me incline un poco para ver quiénes eran.

“¿Lo has comprado?”

“N-No pude conseguirlo. Perdón.”

“¿Eh? ¿Acaso estas jodiendome?”

“¡No lo hago! P-por favor, solo dame más tiempo.”

Me sorprendí por la escena que tenía enfrente.

Un grupo de tres matones de último año estaban rodeando a un pobre estudiante de primer año que vestía un pulóver viejo y anticuado junto con gafas circulares de vidrio.

La primera impresión que sentí al ver al pobre chico era la de un nerd de biblioteca.

El chico estaba en apuros, el grupo de matones le rodeaban y lo estaban presionando empujándole o intimidándole con sus feroces miradas. En especial, el que aparentaba ser el líder de los matones estaba estrujando de manera amenazadora sus nudillos, haciendo tronar sus dedos mientras mostraba una burda sonrisa sádica en su rostro.

El rostro del pobre chico se volvió blanco al escuchar los tronidos de los puños del líder de los matones, y empezó a mirar nerviosos a todos lados y a tener su frente cubierta de sudor debido al miedo.

“P-Por favor, solo dame más tiempo. ¡Mañana, mañana traeré el dinero!” suplico el nerd cuatro ojos. Pero los matones seguían acorralándole, y el líder seguía descontento.

“Pedazo de basura mugrienta.” Escupió el líder y entonces, alzo su puño y lo estrello contra el rostro del pobre chico mientras grito. “¡Ahora aprenderás a nunca faltar a tus promesas!”

“¡Aahh!”

El chico soltó un grito de dolor mientras cayó al suelo.

Mis ojos se abrieron al ver esto e inconscientemente me levante del suelo.

Todavía estoy bastante lejos del lugar, así que los matones no me vieron y continuaron golpeando al pobre chico. Dándole patas y puñetazos en el suelo.

Mis ojos no se podían apartar del pobre chico en el suelo que se acurrucaba con miedo y dolor para resistir los golpes y patadas que llovían sobre él.

El pobre chico estaba llorando.

Los matones seguían pateándole mientras se reían y se divertían al verlo llorar.

“¿Enserio estas llorando? ¡Jajaja!”

Mis dientes se apretaron al ver esta escena.

Mis puños temblaban mientras mi cuerpo ardía de ira.

Quería ayudarle, pero no podía involucrarme.

Soy débil, y no soy muy diferente en términos de fuerza al pobre nerd que estaba siendo apaleado.

La única opción era ir a llamar a las autoridades de la escuela, pero este lugar estaba bastante alejado del recinto escolar. Elijo siempre este lugar para almorzar justamente porque es difícil de encontrar y está lejos del bullicio.

Me tomaría un tiempo ir a encontrar a los profesores.

Y durante ese tiempo la paliza al pobre nerd ya habría terminado y esos maleantes se hubieran ido impunes.

Entonces… ¿Qué debo hacer?

¿Cómo puedo ayudarlo?

Mientras aprete mis puños temblorosos, resistiendo la frustración de estas presenciando la golpiza a un pobre chico y no poder ayudarle, la imagen de mi hermana mayor me vino a la mente.

Mi hermana mayor es una respetada integrante de las fuerzas policiales de la ciudad. Ella tiene el trabajo de mantener el orden y la seguridad de la gente. Su trabajo es atrapar a malhechores como estos tipos.

Siempre sentí admiración y orgullo por ella.

Al verla con su confiada y hermosa sonrisa mientras su cabello rojizo se mecía detrás y vestía su elegante uniforme de policía, sentí que ella era genial.

Mi hermana me enseño muchas.

Pero en este momento, que estaba presenciando la golpiza de un pobre chico siendo apaleado por tres brabucones, en mi mente surgió unas palabras que mi hermana me digo hace mucho tiempo.

“Escucha Ethan. Jamás te rindas, lo que retroceden siempre serán los cobardes. La lucha contra la gente mala siempre debe ser dará. Nosotros seguimos avanzando incluso en los peores momentos, ¿entendidos?”

“S-Sí, entendido. ¡Señora!”

“¿¡Qué!? ¡Ya te dije que no me llames señora, me haces sonar como una vieja!”

“¡Waa! ¡Lo siento hermana!”

Esas fueron unas palabras que mi hermana mayor me digo cuando ingrese por primera vez a la preparatoria. Ahora ya habían pasado 3 años desde ese entonces, yo ya estaba en el tercer año de preparatoria, pero, aun así, esas palabras se habían quedado en mi mente todo este tiempo.

“… Los que retroceden siempre serán los cobardes.” Murmuré, mirando mis temblorosos puños apretados. No podía mentir, sentía miedo. Dentro de mí, mi inconsciente me estaba diciendo que ignorada el asunto y que huyera rápido del lugar antes de que esos tipos me pudieran notar.

¿¡Que Estas esperando, Ethan!? ¡Vete ahora! ¡No somos superhéroes, no somos salvadores!

Si te interpones, lo único que lograras es ser apaleado como ese pobre chico.

Lo más inteligente es largarte de este lugar.

“Yo… ¡ya lo sé! ¡Sé que es mejor que me largue y que no me meta!” bramé, mientras agarre mi brazo izquierdo con mi mano derecha para detener el temblor en mi cuerpo. “…Pero no puedo hacer eso… ¡Yo, tengo que ayudarlo!”

… Eres un idiota.

Me digo mi vos interna.

Yo también lo dije.

“…Sí, soy un idiota.”

Di un fuerte pisotón adelante y comencé a caminar hacia el grupo de matones. Mis pasos se volvían inestables, pero suprimí el miedo y continue acercándome. Una vez que estaba a pocos metros, reuní todo el coraje en mi interior y grité con la voz más fuerte y amenazante que pude hacer.

“¡Deténganse allí mismo!”

 

**

Al cabo de un rato, me di cuenta de que lo que había hecho era quizás la cosa más idiota y estúpida de toda mi vida.

**

¡Huaghh! ¡Tos! ¡Tos!

Vomité en el suelo.

Mi boca estaba llena de un sabor amargo repulsivo y nauseabundo. Todo mi cuerpo dolía y mi rostro estaba repleto de moretones de golpes. si mi madre o mi hermana mayor me vieran, gritarían aterradas por mi espantosa apariencia. Un ojo hinchado y rojo, mis labios partidos y quizás la peor parte, mi estómago.

Recibí un puñetazo en la boca de mi estomago que me saco todo el aire de mi cuerpo. Mis piernas temblaron mientras caí de rodillas al suelo, soltaron jadeos ahogados. Tosí, y sentí como una sensación ardiente subió desde mi interior.

Desesperado intenté retenerlo y hacer que retrocediera, pero no pude. Mi boca se llenó de aquel sabor amargo y termine vomitando toda la comida que había desayunado hoy en la mañana al suelo.

El lugar quedo hecho un desastre.

Mi situación era trágica y lamentable.

Quería llorar.

Delante de mí, los tres matones se estaban riendo mientras me patearon y me arrastraron hasta un charco de lodo sucio para aventarme en él.

“¡Jajajaja! ¡Mira, así aprenderás a no volver a meterte en donde no te llaman, renacuajo!” se río el líder de los brabucones mostrando la clara burla en su tono y el ridículo expresado en su mirada.

Los otros dos brabucones que lo acompañaban también se burlaron.

Al final, fui molido a golpes.

Mi sueño de querer salvar el día se hizo añicos cuando di aquel primer paso adelante gritando que se detuvieran. Cuando recibí la mirada fruncida de los tres brabucones, me di cuenta del error que había hecho. Pero ya no había marcha atrás.

La realidad de que soy débil, increíblemente débil, me golpeo.

No pude ni siquiera defenderme o devolver un golpe cuando ya, estuve tirado en el suelo jadeando de dolor, mientras los matones me matearon y me golpearon.

… Pero bueno, ya que los matones cambiaron de objetivo, entonces el pobre chico cuatro ojos habrá logrado escapar, ¿cierto?

Pues… no exactamente. El cuatro ojos no escapo, al contrario, se unió a la fiesta.

“¡Vamos, Byron! ¡Mira, este estúpido intento salvarte así que agradécele como es debido!” dijo el líder de los matones, mientras envolvió su musculoso y pesado brazo alrededor del tembloroso cuatro ojos. El cuatro ojos sintió el peso del brazo y se inclinó un poco, casi tropezándose, pero obedeció las órdenes y se adelantó para darme una patada.

… La persona a la que vine a intentar ayudar, ahora me está pateando junto con los matones.

“¡Jajaja! ¡Bien, bien hecho!” aplaudió el líder de los matones.

De las conversaciones entre estos matones, pude deducir que el líder de los matones se llamaba Brad.

“Oye, Brad. ¿Qué opinas? Ya no se mueve, ¿se habrá desmayado?” pregunto el otro matón.

El líder, ese que se llama Brad se caracteriza por ser alto y de aspecto bastante musculoso. Creo no equivocarme de que el tipo llevaba una mochila con el logo del club escolar de rugby. Con su cuerpo musculoso y alto, supuse que debe ser miembro.

Y el otro matón que preguntó, era delgado y su rostro era huesudo y estaba chupado, como si alguna clase de fantasma le hubiera chupado el rostro. Era aterrador.

 

 

 

 

 

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